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Entrevista: Mariano Casanova


Hace año y medio aproximadamente que publicaste tu primer trabajo en solitario, “Al final de la ciudad dormida” ¿cómo lo ves pasado el tiempo?

Me gusta mucho como quedó, no hay nada en ese disco que ahora cambiaría y esto es la primera vez en mi vida que me ocurre. Conseguí dar el cien por cien de mí mismo, hice todo cuanto pude y supe, conseguí llegar muy adentro de mi mismo hasta bordear la locura. Tardé siete años en elaborarlo y llegué al límite en todos los aspectos. Todavía me estoy reponiendo de este proceso, la cornada fue profunda, aunque ya estoy pensando en volver a los ruedos sabiendo más, pudiendo llegar más lejos aún en lo creativo, pero necesito aún un poco de tiempo.

¿Qué valoración haces de las cosas que están ocurriendo a tu alrededor desde su publicación?

Solo puedo hacer una valoración sobre mi propia vida y lo que este disco me ha procurado, lo que me ha enseñado, que es lo único que realmente me importa y, la verdad, no puedo pedir más. Todo lo que soñé respeto a él se queda muy corto. Sobre lo que rodea a la publicación de un disco, sobre la parte no artística, es algo que no me ha preocupado ni me preocupa en absoluto, no me interesa, no tengo tiempo que perder pensando en ello. Mi tiempo está dedicado a mi familia en primer lugar y en segundo lugar a seguir escribiendo, seguir componiendo, seguir aprendiendo.

Desde tu página web se puede reservar la copia en vinilo del disco ¿verdad?

Lamentablemente el disco no está fabricado en vinilo todavía, me gustaría pero para eso deberíamos tener un número determinado de copias reservadas en este formato para poder fabricar y esa es una opción que como dices aparece en la tienda en mi web. Desde luego lo que sí está a la venta es el CD, además de los discos de Distrito 14 y merchandising. Ya veremos, no parece que vaya a ser posible fabricar en vinilo a corto plazo.

Todos esperábamos poder disfrutar de una gira tuya más extensa, ¿por qué es tan complicado armar una gira con unas condiciones mínimas tanto para el músico como para el público?

Pensaba embarcarme en una gira larga como dices, también fuera de España. Pero al ponerme con ello, al verme ya metido en harina tuve que dar marcha atrás a pesar de lo que me gusta el disco y de las ganas de presentar en directo estas nuevas canciones en todos los lugares posibles, a pesar de las ganas que tengo por ejemplo de ir a actuar a México. Pero necesito un tiempo de recuperación mayor de lo que preveía como antes te contaba. Así que de momento estoy haciendo algunas actuaciones puntuales que me ilusionan especialmente y por supuesto que reúnen las condiciones artísticas, técnicas y económicas que yo considero necesarias. Además siento que no puedo volver a forzar la maquinaria, que a partir de ahora solo iré a actuar allí donde de verdad compruebe verdadero interés y apoyo necesario para no tener que preocuparme más que de lo artístico, exclusivamente. Y por supuesto que en lo económico todo esté cuadrado y bien valorado. Sacarme de casa cuesta un dinero, si no prefiero quedarme tirando piedras al río.

A tu pregunta más general, para quien no acabe de comprender qué está pasando con la música en España ahí va mi propio análisis: Estamos condenados a ser un país de hosteleros

exclusivamente, un parque temático, un parque de borrachera. Y la música entendida como arte, como tantas otras profesiones creativas no relacionadas con lo fácil ni el corto plazo, aquí está condenada a morir. La idea, la ilusión con la que tantos crecimos y unos pocos seguimos manteniendo, que es poder vivir dignamente de nuestro trabajo en la música, es algo que los chavales ya ni se plantean, ya casi nadie se juega la vida por la música. Y el motivo, como bien cuestionas en tu pregunta, es que ya no se dan las condiciones mínimas, es que es prácticamente un suicidio, aunque también es cierto que siempre lo fue, al menos para aquellos que no tuvieron o no tuvimos la vida resuelta. Pero bueno, las cosas han cambiado, y ya no existe ni siquiera esa ilusión que movió las vidas de tantos compañeros de profesión durante muchos años. En España ya no existe esperanza.

Me da mucha pena, la verdad. Pero es normal, se ha mantenido desprotegido totalmente al creador frente a los usos y manejos de las entidades comerciales y mediáticas quienes han usado la música exclusivamente como un negocio rápido sin preocuparse de la supervivencia de la música misma, sin preocuparse de que no sea arrasada la cultura, de que no muera el creador, el artista, que es sobre lo que se sustenta todo y paradójicamente es la parte más frágil. Lógicamente la conservación del hábitat no era ni es el cometido de estas empresas o estas gentes que no tienen por qué, porque no hay ninguna legislación que se lo impida. Su única y legítima función es atender a las cifras, al rendimiento económico explotando si es necesario y con total impunidad hasta el exterminio a las especies de lento crecimiento, más difíciles de trabajar, más costosas. Así que se estos usos han ido dejando a su paso solo yermo o plantaciones de especies de rendimiento fácil y rápido, hasta que el terreno no ha dado más de sí y entonces a otro negocio, a otra cosa. Un buen ejemplo sería el de un bosque originario que se quema para plantar en su lugar eucalipto, especie de rápido crecimiento y uso para madera o lo que sea, árbol éste último que acaba con los nutrientes del terreno haciéndolo impracticable.

Traduciéndolo a la música y por explicarlo de una manera un tanto jocosa: Cambiamos en su día la música por buenos culos y tetas, modas y caras bonitas, o copias malas con las que la mayor parte de la gente se conforma, qué digo, no solo se conforma sino que venera y en el caso de las copias incluso poniendo en duda la calidad del original, cuando éste se conoce, que muchas veces ni eso. Así que realmente llegó un momento en que lo que se vendía ya no era música sino sexo y otras cosas que hicieron que los creadores serios no encontraran aquí ya su lugar porque en un abrir y cerrar de ojos el terreno estaba baldío.

¿Soluciones? A mi modo de entender solo una, que sería una buena política de educación, de cultura cuyo principal cometido fuera dotar de un marco legal a esta profesión, adecuado a cada nivel de ésta, desde el que empieza, desde el más humilde y pobre compositor, que es la mayor parte, pasando por toda la escala hasta el que gana una fortuna, que puedo asegurar que es una cantidad ínfima, inapreciable de los casos. Y sobre todo y más importante aún, una política de protección que frene, que no de facilidades ni carta blanca a aquellos que vienen solo buscando el beneficio económico en la música o en cualquiera de las artes a costa de lo que sea.

Todo el mundo tiene total libertad aquí para maltratar la música a su antojo. Si desde el gobierno, sea cual sea, se protege la pesca, si no se permite que quien pesca arrase el fondo marino, si se protege la naturaleza, no entiendo cómo se ha podido dejar al creador, al débil, a la cultura - porque la cultura es sus creadores, sobre todo eso - en manos del comercio despiadado, sin protección ni legislación ninguna, desamparados. Así ha ocurrido lo que ha ocurrido: Haciendo desaparecer de la vista al creador serio se ha desprestigiado tanto la

música que hemos llegado al momento presente en que la música ni siquiera se entiende ya como un trabajo digno en nuestro país, sino solo como un hobby que prácticamente cualquiera puede hacer y que por supuesto no merece ser remunerado. Y esta barbaridad, esta gran mentira propiciada por muchos de los que basan su negocio en la utilización de la música, se la ha tragado todo el mundo, se la ha tragado la gente en la calle, incluidos muchos chavales que empiezan en esto y que están posicionándose en contra de preservar sus propios derechos más básicos sin saberlo, regalando su trabajo (que claro, ya casi todos entienden solo como un hobby) creyéndose con esto que son más enrollados, que están en la onda, que están en contra del grande, cuando realmente y sin darse cuenta están haciendo el juego a los tiburones contribuyendo al exterminio de los más débiles de la cadena trófica, que son ellos mismos, los creadores.

Qué pena, qué pena que la gente piense que el arte, la música, es algo que puede hacer cualquiera en dos patadas, cuando resulta que hasta para ser Punk (abanderados precisamente de la premisa: No hace falta saber tocar para tener tu propio grupo) hace falta el esfuerzo, el trabajo, el sacrificio, la plena dedicación, la entrega total, las ideas. Que se lo pregunten si no a mi queridos amigos de Desechables, de Enano y Las Locas, de Enfrentados, de IV Reich y de tantos que dejaron su vida en el camino por la música, por el arte… Cómo olvidarlos, como olvidar a tantos artistas, a tantos amigos como Mauricio Aznar, en fin y a muchos otros. Y no solo músicos sino también personas que hicieron mucho por la música jugándosela desde pequeños sellos por ejemplo y que sí que se ocupaban de respetar y cuidar a sus artistas en todo lo que podían.

Yo siempre defenderé de todos modos a los artistas, a los creadores, a los músicos, a los que me gustan y a los que no me gustan, incluso a los que considero un montaje. Porque el grave problema no es la existencia de lo que existe, sino que se haya excluido a una parte empleando todo tipo de medios, el problema es que no haya lugar para todos. Y no nos engañemos, esto es la consecuencia de tantas y tantas prácticas que son fraudulentas en otros países y que aquí no lo son, como “La Payola”, o como la copia y el uso del repertorio sin permiso de sus creadores, entre otras tantas cosas. Y no parece que esto vaya a cambiar porque se ha asumido que la música no es una profesión.

Hemos sido y somos el perfecto caldo de cultivo para esta enfermedad que hace del maltrato a sus creadores (No solo en la música, sino en todos los ámbitos) algo normal e incluso bien visto. Y es que vivimos en un país donde habitualmente se hace apología de la incultura y se agrede al respetuoso y educado como si fuera un imbécil. Ya se sabe, aquí los héroes entre buena parte de la gente casi nunca son los investigadores, los escritores, los filósofos, los artistas, casi siempre los más jaleados son los mentecatos, los chulos y los ladrones. Aquí se admira al pícaro, al listo y no al inteligente. Es una pena, qué le vamos a hacer. Lo realmente grave de todo esto es que ésta es la referencia para los niños, para las futuras generaciones. Porque por ejemplo: ¿Cómo debemos de entender que se haya quitado de los planes de estudio la filosofía? Y no pasa nada. No pasa nada porque se eliminen las asignaturas que enseñan a los jóvenes a pensar por sí mismos. Vivimos en un país donde en las encuestas jamás ha salido la educación como un problema que preocupe a los españoles ¿Si la gente no se preocupa por esto como podemos pretender que se preocupen por ello los políticos? Ningún partido político, ni los de antes ni los de ahora, ninguno, por muy nuevo y revolucionario que parezca, se preocupa de verdad por la educación y mucho menos por el arte o la cultura. ¿Cómo hacer entender a la gente en la calle que la solución a todos los problemas es precisamente la educación?

Nadie piensa en los que han de venir, en los hijos, en los nietos que se van a tener que tragar la basura – en todos los sentidos - que nuestra generación ha tenido la oportunidad de limpiar y que en vez de eso ha contribuido a multiplicar, solo que dotándole de atractivas formas y colores. Pero es que además se la van a tener que tragar sin medios para poder tener la fuerza de decir no y sin educación para saber qué es tóxico y qué no lo es. Flipo cuando oigo hablar en los medios de información sobre los jóvenes calificándolos como la generación más preparada, pero ¿Cómo puede escuchar la gente esto y no echarse a reír? ¿Preparada para qué? ¿Para ir al matadero? Porque es eso lo que pasa al final con los borregos, aunque sean especialistas en mecánica cuántica y sepan perfecto inglés, al final al matadero. Si no hay educación, si no hay cultura, si no se enseña a la gente a pensar por sí misma, a conocer su historia, a conocer cómo pensaron y piensan los que tuvieron y tienen algo que decir y enseñar a sus semejantes; si no se enseña a dudar de todo y a rebatir lo que haga falta, con argumentos, con un pensamiento hecho y formado en el conocimiento de las humanidades, de las letras, del arte, de la literatura, de los distintos modos de pensar y de sentir, de la política, no hay nada que hacer. Por mucha ingeniería aeroespacial que se sepa no hay nada que hacer: Al matadero. Y la música solo es una parte más de todo este desastre.

Pero a pesar de todo ésta es la tierra donde nací y no me planteo irme a vivir a otro sitio. Mi espíritu es contrario a las fronteras, a cualquier tipo de nacionalismo, no creo que ningún lugar sea mejor ni merezca más que cualquier otro. De hecho en muchos aspectos me siento más en casa en otros países que en el mío propio, durante mucho tiempo he estado fuera y pensando en trasladarme definitivamente allá junto con mis seres queridos. Pero es que amo mi ciudad, mi río, mi desierto, mi cabaña y creo que mi misión está aquí, no quiero huir y trato de hacer cada día lo poco que hay en mi mano; trato de educar lo mejor posible a mi hijo, en el respeto a todo y a todos sobre todas las cosas; trato de hacer un buen trabajo con mi música y mi escritura; trato de transmitir en mi medida aquello que creo que voy aprendiendo, desde aquí, desde el final de la ciudad dormida. Soy un superviviente, no me quejo, sigo vivo y doy gracias cada día por algo tan sencillo como esto, seguir vivo. Pero desde luego mi consejo a los pocos jóvenes con ilusión que estén comenzando con seriedad en la música en España, es que si pueden preparen las maletas y se vayan a intentarlo lejos de aquí, donde la música y los músicos sean respetados. Porque ellos no tienen la culpa de toda esta mierda, esto no tienen por qué intentar arreglarlo ellos. Pero es que además no van a poder arreglarlo, aunque quieran.

Yo más o menos tengo un reconocimiento que agradezco sobremanera, un público minoritario pero fiel, ya llevo en esto muchos años. Además, siempre fui consciente de cómo funcionaba esto y asumí desde el principio las consecuencias que pudiera tener mi decisión de seguir adelante sin ser partícipe de tanta mentira, va en el cargo. Soy el capitán de mi propio barco y si éste se hunde yo me hundiré con él.

A lo largo de tu trayectoria te has servido de todos los formatos posibles para el directo. ¿En cuál te sientes más cómodo?

En todos.

¿Qué diferencias percibes a la hora de tocar en otros países respecto a tocar en España? ¿Y en cuanto al público?

Muy pocas, tengo la suerte de contar con un público atento, educado, que viene a escuchar, a disfrutar, que sigue los trabajos que voy haciendo, que es respetuoso y amable conmigo tanto en España como en cualquier otro lugar. Y esto ha sido siempre algo que me ha hecho muy feliz. De hecho siempre he tenido una fantasía, y es que me encantaría poder reunir en un mismo lugar al público de todos esos sitios, porque sería hermoso ver cómo se sentirían tan identificados los unos con los otros, al margen de mi música. Es una satisfacción enorme para mi haber conseguido que otros escuchen lo que yo hago con el respeto con que yo escuché y escucho siempre a otros artistas.

Háblanos de los videoclips. De momento has realizado cuatro, y todos ellos con un trabajo exquisito. A mi sinceramente me emocionan cada vez que los veo porque tienen una magia muy especial.

He procurado hacer un buen trabajo, aunque los video clips siempre me han dado mucho miedo por lo que pueden suponer a la hora de encasillar una canción en unas imágenes, de restar lecturas a una canción. Creo que he conseguido con estos vídeos que esto no ocurra y que sean a su vez un arte añadido. Pero a pesar de todo sigo teniendo reticencia hacia el formato del video clip y quiero tener mucho cuidado con esto.

Este año se ha cumplido el 40 aniversario de tu primer concierto, ese que diste con tu banda Zen En la puerta de la iglesia de tu barrio, ¿qué te viene a la cabeza cuando recuerdas aquello?

Según me haces esta pregunta me viene a la cabeza parte de la letra de una canción que escribí hace 21 años, en la mitad del camino, llamada “La guitarra y el puñal”. Dice así:

Recuerdo cuando empezaba y la musica que oí, era tan solo una forma de vivir. Y ahora ¿Dónde?¿Dónde voy? Viejo amigo, siempre hay un lugar peor, créelo, pero hoy he encontrado entre las ruinas mi canción y mi voz.

Por el camino mas largo, golpeando sin dudar, he visto lo que era falso y es muy poca la verdad. Y he cogido mi guitarra y un puñal para seguir, ten cuidado cuando pases junto a mí ¡Dime! ¿Dónde?¿Dónde voy? Viejo amigo, siempre hay un lugar peor, créelo, pero hoy he encontrado entre las ruinas mi canción y mi voz.

Y he perdido la cabeza, he mordido el polvo y hoy, te lo juro, me encuentro bien donde estoy.

¿Lo estás celebrando de alguna forma especial?

Paseando por el barrio, por la orilla del Ebro, dejando mis pensamientos volar.

Bueno Mariano, has sido uno de los pocos músicos que siempre te has mantenido fiel a lo que te ha dictado tu corazón y eso es muy de agradecer, pero ¿nunca te has sentido tentado a traicionarlo buscando en otros sonidos más comerciales?

No

Cuando te hice mi primera entrevista, allá por mayo del 94, en aquel parque de algún barrio de Zaragoza, no recuerdo cual, pero lo que sí recuerdo es que cobraban a los chavales por subirse a los columpios o por tirarse de los toboganes, me decías que la vida para ti era un escaparate de donde recogías información para plasmarlo en tus canciones. Pasando el tiempo ¿esto sigue siendo igual?

No recuerdo bien exactamente el contenido de aquella conversación. Pero pasado el tiempo no veo el símil muy afortunado, creo que entonces no me expresé bien. Parece que yo no estuviera inmerso en la vida entonces. Si comparamos la vida con un escaparate parece como si yo mirara la vida desde afuera y no es así. Quizá entonces me lo pudiera parecer, lo entiendo situándome en aquella época y quizá haya algunas ocasiones en que pueda parecérmelo incluso ahora, pero desde luego ese sentimiento de ver la vida como a través de un cristal si algo me ha dado siempre es miedo, es terrorífico de ser vivido y no quiero vivir así. Por otra parte si analizo lo vivido y cantado hasta ahora desde un punto de vista más empírico, por ejemplo si mido el resultado de la inmersión en la vida tomando como referencia el número de cicatrices, todo me corrobora que no, no he visto la vida como si fuera un escaparate, sino que la he afrontado “a puerta gayola”. Y eso es lo que he contado en mis canciones desde siempre.

¿Andas trabajando ya en nuevo material de cara a un segundo trabajo?

Tras la composición del disco en solitario no me ha ocurrido como otras veces en que ha habido un tiempo sin componer dedicado a tocar en directo, a tratar de dar a conocer el disco. Muy al contrario continué componiendo y escribiendo sin prestar atención a la promoción y muy reacio a actuar como ya te he contado. El caso es que estos últimos tres años han sido unos momentos cruciales y de aprendizaje en mi vida que no han pasado de vacío en lo artístico, muy al contrario, creo que tengo bien esbozadas las canciones para mi segundo disco. Solo que desarrollarlas y darles forma definitiva en estos momentos supone desaparecer de mi vida familiar con mi mujer y mi hijo y esto último es algo que para mí es prioritario. Tengo que dar con el modo de combinar estos dos aspectos de mi vida sin que ninguno se vea perjudicado.

Tengo un grave problema y es que solo sé estar al cien por cien haga lo que haga, no puedo reservar nada de mí esté haciendo lo que esté haciendo y el arte es caótico, al menos en lo que a mí respecta. El arte no entiende de horarios, ni de días ni noches y estoy aprendiendo ahora a tener en cuenta mi cuerpo, mi físico. Tras toda una vida me he dado cuenta que debo de cuidar mi cuerpo, el soporte donde se asienta ese yo que quiere seguir viviendo. No me gustaría llegar a donde llegué con el anterior disco, creo que además ya no podría soportarlo, así que estoy aprendiendo a vivir escuchando mi cuerpo para no llegar a ese punto.

Además de esto también he tenido que aprender a reconocer y dar voz a las profundas heridas que a lo largo de toda una vida tan intensa, o tan dura, para que vamos a andar a estas alturas con eufemismos, dejaron marca en mi espíritu, en mi alma. Hasta ahora había convivido con estas heridas, les había cantado en infinidad de canciones. Pero a pesar de esto las había mantenido en el fondo porque no tenía tiempo de atenderlas, tenía que sobrevivir, no las había mirado frente a frente y ni les había dado un lugar, un espacio, hasta que por la fuerza éstas me hicieron parar hasta ser reconocidas, vistas claramente por mí. Y a partir de ese momento solo así he sido capaz de seguir adelante, de forma consciente y sin ninguna anestesia.

Bueno, estoy volviendo la vista atrás, estoy aprendiendo. Tras toda una vida siendo el más fuerte, desde niño, ahora me toca ser el más frágil, qué le vamos a hacer, es lo que toca. Y aunque a veces es terrorífico y doloroso, es apasionante ver la vida con nuevos ojos, es apasionante comenzar de nuevo, es apasionante sentir cosas que en realidad ahora veo que deben de ser normales, sencillas, pero que nunca hasta ahora sentí. Y aunque a veces me sienta como un organismo acostumbrado a vivir siempre en la profundidad de una cueva que de repente es sacado a la luz del sol, agredido por la luz y por una atmosfera irritante, es apasionante vivir.

¿Qué planes de futuro manejas para los próximos meses?

Hay dos cosas que me hacen especial ilusión: Una actuación que tengo prevista hacer en San Sebastián el próximo 10 de noviembre y sobre todo el estreno el 4 de noviembre en iTunes del largometraje documental “Historia de un grupo de rock” que hizo sobre la historia del que fue mi grupo Distrito 14 el director de cine Juanma Bajo Ulloa. Ya sabes que recorrimos durante un par de años un sinfín de festivales internacionales de cine en toda América y algunos en Europa presentándola, y por supuesto estuvimos en los más importantes de España, en el de San Sebastián, Gijón y Valladolid, además de Documenta Madrid. Y ahora, por fin se va a poder ver la peli en 60 países en streamming y se podrá comprar on line. Tras esta salida en Itunes también estará disponible en breve en otras plataformas digitales como Filmin y poco a poco se irá distribuyendo a muchas más. Emplazo desde aquí en mi facebook https://www.facebook.com/mariano.casanova.925 a quien quiera saber cuándo y dónde se va a poder ver la peli y también para conocer cualquier noticia relacionada con mi trabajo.

Aparte de estos dos asuntos ya programados no quiero planear nada, solo quiero dejar que las cosas ocurran, a ver qué pasa.


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