Ahora en el 2017 se cumplen tres décadas de la formación de la banda. Por tal evento, me dispuse a entrevistar a Toño Leza (Voz) y Óskar Diez (Guitarra), via email, para hacer un repaso de su carrera. En este tiempo, el cuarteto zaragozano ha mutado considerablemente su sonido y ha sufrido cambio en sus filas. Dentro de poco seremos testigos de un nuevo trabajo discográfico en directo (doble), dando un repaso a toda su discografía. Sin más dilación os dejo leer...
- Todo un honor poder hablar con vosotros Toño Leza, y Óskar Díez. Antes de nada. ¿Qué tal estáis?
Toño: Muy bien, gracias. Encantados de charlar contigo.
Óskar: Un saludo.
- Os formasteis como quinteto en 1987, después pasasteis a ser cuarteto, por último, sois un trío en los trabajos discográficos, en directo ya volvéis a ser 5 como al principio con los teclados de Nacho Serrano (Niños del Brasil). ¿A qué fue debido estos cambios de cuarteto a quinteto en varias épocas de la historia de la banda?
Toño: Los cambios siempre son debidos a aportes sonoros que constantemente vamos buscando. Tenemos claro que nuestra formación habitual es la de cuarteto pero no implica que en un momento dado nos apetezca que Nacho Serrano, por ejemplo, pueda colaborar puntualmente en un par de conciertos, como fue el caso.
Óskar: Cuando una banda tiene una trayectoria tan larga, es normal que haya cambios, sobre todo al principio. Los primeros meses de existencia de la banda formaron parte de la banda Antuán (guitarra) -con quien nos seguimos viendo y compartiendo cervezas y amistades comunes- y Ángel - a quien no volvimos a ver. Entonces estaba todo por hacer y tienden a permanecer juntas las personas cuya coincidencia a todos los niveles es más fuerte. Roberto decimos siempre que sigue siendo batería de Las Novias; las circunstancias de la vida le llevaron a Belgrado y eso determinó que tuviésemos que buscar otro batería. Con Nacho Til, la banda funcionó bien durante un tiempo pero luego acabaron pesando más las cosas que nos separaban que las que nos unían. Luismi Yoldi es un encanto como persona y un gran percusionista pero se le hacía difícil compaginar su trabajo con los ensayos. Germán Arenaz ha sabido encajar perfectamente como batería; nuestro único problema es que otras bandas y músicos nos lo quitan de las manos!
- Fuisteis un gran descubrimiento de Enrique Bunbury a principios de la década de los 90 y fue el primer grupo donde se metió en el estudio a producir vuestros dos primeros álbumes: “Sueños en blanco y negro” (1992) y “Todo/Nada sigue igual” (1994). ¿Cómo recordáis la época?
Óskar: No nos vemos como el descubrimiento de nadie. Nosotros le descubrimos a él en un concierto nuestro, de hecho, en el primero que dimos, en la sala Heaven en Halloween del 88. Lo cierto es que a partir de entonces comenzó una relación muy estrecha. A Enrique le gustaba mucho el grupo y él quería ser productor de una banda, volcando la experiencia acumulada en sus primeras grabaciones. Con el éxito de El mar no cesa y sobre todo con Senderos de Traición, los bares de Zaragoza se llenaron de gente de las discográficas a la búsqueda de bandas de la emergente escena aragonesa. Y desde luego, Enrique, fue un factor fundamental para que Polygram se fijara en nosotros. Trabajamos juntos en un par de maquetas y en Sueños en Blanco y Negro. Con el paso del tiempo el disco se convertiría en una de las referencias más importantes de la música oscura de principios de los 90 pero no sirvió para que renovásemos con la discográfica que buscaba básicamente un pelotazo y no trabajar a medio plazo con el grupo. Seguíamos componiendo nuevos temas; Enrique solía pasarse por el local de ensayo cuando no estaba de gira. Le gustaban tanto o más que los primeros y creo que decidió que quería sacarse la espina del primer disco, que -probablemente por distintas razones- a ninguno nos había dejado plenamente satisfechos. Creo que él tenía la impresión de que con Phil Manzanera había aprendido lo que necesitaba para hacer una producción de gran nivel y que lo quería hacer con nosotros.
Toño: Una época de aprendizaje para todos. Enrique no tenía mucha experiencia en producción, al margen de trabajos en maquetas previas al primer disco o más allá de lo realizado con su grupo, ni nosotros en grabaciones a la carta con todo el entramado que se requiere en esas lides, pero teníamos las ideas claras para definir el camino musical y el apoyo profesional de grandes técnicos como Noel Haris o Douglas Hall que facilitaban poder sacar adelante el discurrir diario.
- Luego esperasteis cuatro años más para grabar en 1998 un CD-Maxi para la discográfica independiente Del Amor y Del Odio, en donde incluidos las versiones que hacíais en directo de Parálisis Permanente, Leño y Gabinete Caligari, acompañada de una canción vuestra que se llama “Largo tiempo esperando”, aunque tras esté trabajo os perdimos la pista durante unos 8 años. ¿Tan desencantados estabais del mundo musical?
Toño: Para nada. Muchas veces es mejor distanciarse algún tiempo para poder tomar perspectiva y volver con más fuerza. Es vital hacer ese esfuerzo de introspección para encontrar las respuestas y la energía. En ningún momento hubo desencanto pero sí es cierto que hay variadas situaciones que modifican el desarrollo normal, cotidiano y constante de cualquier colectivo que requiera estar al máximo para que todo fluya. En mi caso, el nacimiento de mi hijo y el hecho de estar los primeros dos años sin dormir hizo que mi nivel de energía se agotase y únicamente podía destinar la reserva para ir a trabajar y ocuparme de ayudar en casa. Yo sabía que en esas condiciones, mi irascibilidad por el agotamiento era un polvorín para todo el grupo. De hecho, en el concierto de 2001 con Amaral salí a cantar con apenas ocho horas de sueño en tres días y nada más acabar el bolo volví a mi casa para darle el relevo a mi agotada pareja.
Óskar: Pedro, Roberto y yo, continuamos ensayando durante todo ese tiempo -aunque Roberto enseguida se fue a vivir a Belgrado; iniciamos otros proyectos con diferentes músicos aunque sin llegar a tocar en directo. Fue una época interesante que nos sirvió para poner en marcha ideas que más tarde aprovechamos para Las Novias.
- Hubo una gran explosión musical entre los 80 y 90 en Zaragoza, vuestra ciudad. Salieron muchos grupos interesantes a los que apoyar, pero por desgracia no sé les hizo mucho caso a nivel estatal por una cosa u otra, ya que muchos se quedaron en el camino. ¿Cómo lo veis ahora con el paso del tiempo?
Toño: Pues que las “modas” siempre están financiadas por las grandes multinacionales, sean del sector que sean, y vieron en la Zaragoza musical de esos años, un nuevo filón con el que llenar sus arcas dejando a un lado, en muchas ocasiones, el trabajo de poso y sedimentación que muchos grupos necesitaban para ir madurando. Nada nuevo bajo el sol. Los que hayan visto la peli “Kill your Friends” entenderán de lo que hablo.
- Gracias a Ainhoa Tilve (Vuestra mánager), activasteis una web WWW.LASNOVIAS.ORG, con la sorprendente reacción del público y además a eso hay que añadir el premio a la Mejor Web Musical en los VIII Premios de la Música Aragonesa 2006, a lo que como veis hay interés por el público os unís de nuevo los 3 miembros fundadores, ya que Roberto García (Batería) está como muchos españoles trabajando fuera de nuestro país, ¿os esperabais tanta repercusión?
Toño: Nuestros seguidores siempre han estado ahí. Siempre. Y algunos conocían los motivos de nuestra hibernación, ya relatada unas preguntas más arriba, como los conocía Ainhoa. Sabían y sabíamos que volveríamos a normalizar la situación. Solo era cuestión de tiempo. Y se produjo en ese año cuando las aguas volvieron a su cauce. Pero no somos unos oportunistas que vuelven por la concesión de un premio y porque veamos que hay interés como tú dices. Por eso queremos desmentir que nuestro regreso fue debido a una jugosa oferta económica, jajajaja!!!!
Óskar: Siempre nos ha resultado patético ver cómo grupos con los que nos hemos codeado parecían mendigar seguidores o asistir a conciertos a los que no acudían ni los amigos de la banda. No es nuestro caso : tratamos de tener much@s amig@s y que vengan tod@s. No tenemos que justificar nuestra presencia en un concierto, porque la gente viene a vernos, ni la edición de un disco, porque los discos se venden. Afortunadamente el interés del público siempre ha estado ahí.
- Tuvisteis un Club de Seguidores llamado Rosas Eternas, desde 1992 a 1995, donde se llegaron a publicar 20 fanzines, cosa muy rara en aquella época porque no había motivación para sacar un ejemplar cada trimestre. ¿Guardáis contacto con los seguidores de esa publicación ahora que con las redes sociales es todo más fácil?
Toño: Discrepo de lo que dices acerca de la falta de motivación. Precisamente la no saturación de información tal y como se produce hoy en día, hacía que esperases con mayor avidez cualquier tipo de noticia del submundo que te interesaba. Y ahí radicaba la motivación especial por editar fanzines, leerlos, coleccionarlos y hasta enmarcarlos. Y no solo de Las Novias sino de cualquier colectivo que te pudiera poner ojiplático.
Y claro, hay mucha gente de entonces con l@s que, a través de Facebook principalmente, mantenemos el contacto. Las redes sociales han acercado la posibilidad de informar ipso facto descartando otras formas de comunicación de nuestra época como el telegrama o el código morse.
- Habéis sido teloneros de grandes grupos internacionales como, por ejemplo: Texas; Héroes del Silencio; Spin Doctors; Gun... ¿Algo a destacar de estas experiencias?
Toño: Lo único que aprendes siendo telonero o compartiendo escenario es que si te descuidas, te quedas sin birra en la nevera. Por lo demás, no somos quisquillosos y es difícil no llevarse bien con nosotros y como sabemos cuál es nuestro sitio y lo que nos corresponde, siempre tratamos el concierto como un ‘todo’ para que se realice en óptimas condiciones.
Óskar: Nos gustó especialmente tocar con Fields of the Nephilim, Gitane Demone y Christian Death, que son más de nuestra cuerda.
- Desde que habéis vuelto en 2007 haciendo un concierto en las Fiestas del Pilar de ese mismo año, que creo recordar que fue vuestra última actuación con Roberto, habéis cambiado de batería 2 veces... Un batería diferente en cada disco, en ”Ego” fue el encargado Nacho Til y en el siguiente “Invicto” se puso Luismi. ¿A qué fue debido?
Toño: Cuando no vives de esto es complicado mantener un grupo compaginándolo con otros aspectos cotidianos como curros, estudios, familia, etc. De los tres casos que mencionas, dos tuvieron que cambiar su ciudad de residencia y otro cambió su situación familiar. Es simple. Nosotros vamos adaptando nuestros horarios y días de fiesta para ensayar y hacer conciertos. Pero hay algo que va más allá, es bajar a ensayar solamente porque te gusta hacerlo y porque forma parte de la rutina diaria que has ido creando a través de los años, en periodos en los que no haces conciertos, no sales en prensa y parece diluirse la intensidad mediática de la banda. Ahí los tienes que tener muy cuadrados para no mandarlo todo a la mierda y quedarte tirado en el sofá de tu casa. De hecho, nosotros somos testicular y cerebralmente cuadriculados.
- De este mundo de la música sé que es muy difícil vivir y más hoy en día con las descargas ilegales por vía Internet, así que me gustaría haceros un par de preguntas. ¿A qué os dedicáis? ¿Está relacionado con el tema musical?
Toño: Nuestros trabajos no tienen nada que ver con el mundo musical. Tienen que ver con la traslación mecanizada de cuerpos, implantación neuronal en organismos multicelulares, vigilancia, detección y detención de agentes cambiantes en la blancura, y variación de temperatura en estructuras sintéticas que hacen que sueñes con ovejas eléctricas.
- En “Invicto” aparece en portada el primer logotipo del grupo y es como si cerrarais un ciclo vital. ¿Por qué no diseñasteis un logo nuevo?
Toño: ¿Para qué? Tenemos un logo fantástico que la gente ya ha asimilado desde hace años. Es como si me dijeses que tenemos que cambiarnos el ‘jepeto’ porque a nuestros cincuenta tacos la gente lo tiene muy visto y hay que meterle algo de botox o algunas costuras detrás de las orejas.
- El grupo como tal en esté año 2017 cumplís 30 años de historia desde su formación y supongo tendréis alguna sorpresa para los seguidores más acérrimos en todos estos años, ¿Nos podéis adelantar algo al respecto?
Toño: Sí, este año sacaremos nuevo trabajo discográfico en formato ‘doble en directo’ de un concierto que grabamos en Madrid en la sala Changó el año pasado y del que hemos desestimado la idea inicial de lanzarlo en DVD.
- ¿No se ha replanteado hacer un supergrupo con componentes de varios grupos de la ciudad? Ahora que en directo teníais a Nacho Serrano, no sería mala idea que en España tuviéramos una banda así.
Toño: Esto de los supergrupos con mezcla de componentes me horroriza. Un sindiós. Nada que ver con el hecho de que Nacho colaborase con nosotros en dos conciertos. Me enorgullece saber que nuestro sistema inmunológico no será atacado por este tipo de ideas tan democráticas.
Óskar: Cuando llevas treinta años con casi los mismos componentes, ensayando y haciendo lo que te gusta en un ambiente de amistad y cervezas, te acercas bastante a mi idea de supergrupo.
- Ahora que está tan el alza eso del Bunburazo que va ya por la novena edición, no creo recordar que hayáis participado en ninguno de momento, cuando el productor de vuestros 2 primeros álbumes fue Bunbury. ¿Tan mal acabó la relación con él?
Toño: Cuánto daño han hecho las revistas del corazón para que ahora tengamos que salir a desmentir que nuestra relación con Enrique fue cordial y sin reparto de niños (del Brasil). De hecho, durante el periodo de letargo de Novias, yo participé en la sexta edición del bunburazo en Anciles (Benasque) con lo que ya he hecho mi aportación a su beatificación.
Óskar: El concepto Bunburazo está planteado para fans de Héroes; nunca hemos visto muy claro -al margen de colaboraciones particulares- qué pintamos nosotros allí.
- Hoy se apoya poco a la música que no sea comercial, ni en la radio ni en la televisión. Vosotros en su día salisteis, aunque fuera poco y varios de vuestros vídeos clips; como, por ejemplo: “Cerca de ti” y “Promesas” se llegaron a ver a nivel nacional. A día de hoy solamente La2 de Televisión Española tiene el espacio musical de mini conciertos por la madrugada Los Conciertos de Radio 3. ¿Cómo veis la situación?
Toño: Nula, exigua, pero no creo que hagan falta más programas tendenciosos de los que ya hay. Con lo cual, uno es legión. Ahora los comités de sabios musicales llevan moustache y camisas de amebas o flores con chapas de ‘Purista’ y nos saludamos a miles de años luz. Dejé de hacer mala hostia por este asunto hace muchos años.
Óskar: La televisión es, básicamente, un medio de adoctrinamiento y venta de mercancías. Se basa en decir “piensa esto” (o mejor: “no pienses nada”) o “compra esto”. Es verdad que hace treinta años, si conseguías aparecer siquiera fugazmente, podía ser un medio privilegiado para darte a conocer, pero hoy es una mediación innecesaria.
- En esta segunda generación de Las Novias por llamarlo de alguna forma, se ve una producción mucho más trabajada que en los primeros álbumes, pero con esto no quiero hacer leña del árbol caído. ¿Ha metido mucho la mano en las canciones Nacho Serrano? Noto como si hubiera programación en algunas canciones, ¿es así?
Toño: La justa y necesaria teniendo en cuenta que a eso se dedica un productor que cuenta con la aquiescencia del grupo para dejarse meter mano ya que de lo contrario lo hubiéramos producido nosotros. Y en ocasiones, es cierto que suenan recursos mínimos de programación con los que se aderezan las canciones y salpimentamos nuestra ansiedad posmoderna.
- Tras el descalabro empresarial que os distéis creando vuestro propio sello discográfico A LA INVERSA RECORS en el 1994, habéis vuelto a repetir la hazaña con otro sello LAS NOVIAS MUSIC, ¿No teníais miedo? ¿Estabais mejor asesorados?
Toño: Nunca hubo tal descalabro. Salvo que por descalabro entiendas que no hubo beneficios. Aquel proyecto empresarial que fundamos con Bunbury tenía claro desde el principio que su principal objetivo era sacar el segundo disco de Las Novias. Aun dimos cuenta de un segundo proyecto a través del recopilatorio de grupos de Zaragoza que se llamó “Zaragoza Vive” y que fue un currazo aglutinando y pidiendo permisos a una veintena de grupos. ¿Que fue breve? Pues lo suficiente para cumplir con lo establecido y cerrar la aventura por imposibilidad de gestionar entre los cinco, nuevos proyectos con rigor. Pero en ningún momento, nos supuso pérdida alguna.
- Siempre os han etiquetado a vosotros cómo rock oscuro o siniestro ¿Estáis de acuerdo con esta manera de definir vuestra música? ¿Qué referencias musicales tenéis?
Toño: Las etiquetas ayudan a simplificar. Lo que pasa es que a veces según el cerebro del que etiqueta corres el riesgo de vivir en un sambenito perpetuo. De hecho, los siniestros no creen que lo seamos y a los popis les parecemos muy oscuros. Es cierto que conectamos más con una tendencia postpunk, pero veíamos en los noventa, en nuestra ciudad, a un grupo llamado Gothic sex que utilizaban sangre, vísceras y toda esa parafernalia en los directos y eso sí que me cuadraba más con ser siniestro. Sin embargo, nos metían en la misma etiqueta que a ellos.
Y nuestras influencias no varían, los clásicos del rock, Velvet, Bowie, Doors, Zeppelin, Bauhaus, Smiths, Cure, Joy Division, Sisters of Mercy, Fields, New Order, Echo and the bunnymen, Siouxie, Killing joke, Leño, Gabinete, Radio Futura, Golpes Bajos, Decima víctima, La Dama se esconde…etc,etc.
Óskar: Hemos escuchado siempre mucha música, sobre todo de los años 80 y 90, también metal y techno. Al principio, cuando componíamos nos gustaba parecernos a los grupos que escuchábamos. Lo considerábamos algo natural. Con el paso del tiempo, el grupo se convierte en una especie de máquina autónoma que produce su propia música, se vuelve más impermeable a los afectos circunstanciales y es más complicado que nuevas influencias se filtren.
- Es inevitable hablar de EL CONCIERTO... así, en mayúsculas. La Romareda 09/10/91 ¿Qué significó para vosotros esa fecha? ¿Cómo lo vivisteis? ¿Qué recuerdos tenéis de esos días?
Toño: Fíjate que nosotros no hemos idealizado ese concierto de la misma manera que la gente que estuvo o lo que supuso para esa generación e incluso para alguna posterior, ya que cuentan algunos que eran más críos entonces, que fue a través de sus hermanos mayores y de su paso por ese concierto su punto de inicio en la música. No fuimos conscientes porque entre la ilusión y los nervios de aquel día y los previos, bastante teníamos con estar centrados en lo nuestro. Pero es cierto que las sensaciones apabullan y entiendo que cuando eres un crio, estas cosas o te elevan o te hunden sin capacidad de recuperación. Solemos decir entre risas que somos un grupo que ha hecho el proceso inverso, es decir, hemos pasado de tocar en estadios y pabellones de miles de personas, a salas de cien personas. Somos los Benjamín Button del negocio.
Óskar: Es difícil recordar demasiado de aquellos tiempos, valga el tópico. Del concierto, recuerdo el cierzo y que mientras tocabas no veías a la gente porque las luces te enfocaban a ti. El vértigo venía cuando acababas la canción y se iluminaba a la gente.
- No hacéis muchos conciertos. ¿Cuál es la razón?
Toño: No somos muy prolíficos en directo, es cierto. Tampoco lo somos con nuestros trabajos discográficos. La razón de unos tiene que ver con la causa de los otros ya que sin conciertos no hay viabilidad económica para los discos. Una cuestión es que, o racionalizas tus salidas para los directos haciendo algunos números y viendo si es viable o no, o sales a la brava y puedes volver con menos x en tu saldo. Otra no menos importante, es que disponemos de fines de semana limitados para poder tocar y no siempre el que a ti te va bien, le va bien al resto o lo tiene disponible la sala en cuestión. Puro encaje de bolillos.
- ¿Cómo es el proceso creativo letra-música? ¿Siempre ha sido el mismo o habéis variado a lo largo de estos años?
Toño: Es inamovible. Una vez se establecen los esbozos de melodías de bajo y guitarra junto a un ritmo inicial de batería, voy perfilando la melodía de voz cantándola en ‘guachin-guachin’ para plasmar acentuaciones y medidas del recorrido de la melodía. Lo siguiente será amoldar el texto a la matriz sonora.
Óskar: El trabajo con Nacho Serrano estos últimos años nos ha aportado además la posibilidad -y en parte esto lo preguntabas antes- de prolongar el proceso de composición en el estudio, modificando y añadiendo ideas a medida que vamos descubriendo las posibilidades de cada tema.
- ¿Os acordáis de por qué cada uno de vuestros trabajos discográficos se llama como se llama?
Sueños en blanco y negro: Era la culminación de nuestros deseos junto a un revelado fotográfico pospunk que discurría por todas las canciones.
Todo nada sigue igual: Se basa en un título de un cuento de nuestro amigo el escritor Chuse Izuel que falleció en el año 91.
Largo tiempo esperando: Es lo más literal posible.
Ego: Por reivindicar nuestra personalidad por encima de cualquier estereotipo.
Invicto: Materializar con ese disco una nueva victoria en nuestra carrera.
- En vuestra carrera musical habéis tocado en los mejores locales de España y no os podréis quejar por esta causa. Barcelona: Sala Bikini; Palau Sant Jordi; Sala Zeleste; (ahora Razzmatazz); Sala Salamandra... ¡entre muchas otras! Zaragoza: En Bruto; Sala Oasis; La estación del silencio; Estadio de La Romareda; La casa del loco; Plaza del Pilar… ¡Todos los rincones de vuestra ciudad! Madrid: Sala Revólver; Moby Dick; Sala Caracol; Sala Heineken... ¡Y muchas más que no recuerdo ahora! ¿Algún sueño por cumplir?
Toño: Tenemos pendiente una escapada a México que no sabemos por distintos motivos cuando la podríamos realizar. Algún concierto en Alemania, Inglaterra e Italia estaría bien. De hecho tenemos los contactos y la posibilidad de ir a esos países. Incluso en Japón tengo contacto. Pero es complicado atar corto cuando no tienes lazada.
Óskar: A mí me hubiera gustado participar en algún festival porque, si no nos invitan a tocar, a mí me da pereza ir de espectador.
- ¿Se puede decir que Nacho Serrano es el quinto miembro de Las Novias?
Toño: Al menos honorifico.
- Para ir terminando… Sabemos que grabasteis el 16/10/16 el concierto en la Sala Cats para su futura publicación y casi un año después no se sabe nada de dicho disco en directo. Supongo que estaréis editándolo, pues hacíais un repaso a toda vuestra carrera desde las maquetas de 1988 hasta “Invicto” del 2014. ¿Será esto el final del grupo como tal? ¿Habrá extras, como vuestros vídeos clips con mejor calidad?
Toño: ¿Bromeas? Por supuesto que no será el final del grupo. Después de que lancemos a finales de este año el doble en directo del que te hablaba antes, haremos una serie de conciertos para promocionar este disco y luego nos encerraremos en el local para empezar a dar forma al nuevo trabajo en estudio del que ya hemos empezado a hilvanar alguna canción.
Un placer haber hablado con vosotros y os deseo la mejor de las suertes en vuestros futuros proyectos